
Estamos acostumbrados a hablar de comisiones bancarias, pero la palabra comisión del latín “commissio”, “commissionis”, derivado de “committere” en su origen no sólo tenía que ver con préstamos o cuestiones económicas, sino que definía la forma de “poner en contacto”. Inicialmente significaba “misión” o “encargo” llevado a cabo por una reunión de personas encargadas de algo, que trabajan conjuntamente en la misma dirección.
SIGNIFICADOS DE “MISIÓN”
Cuando recurrimos a algunos diccionarios, el Espasa Calpe contiene estas definiciones de la palabra “misión”:
- Cometido que una persona o colectividad consideran necesario llevar a cabo.
- Poder que se da a una persona para desempeñar algún cometido.
- Conjunto de sermones que predican los misioneros en las peregrinaciones evangélicas.
Pasados los siglos, entendemos que es una palabra que siempre se relacionó con un encargo excepcional dado por Jesús a sus discípulos, y que ha continuado efectuándose por generaciones. El diccionario María Moliner, contiene estas acepciones:
- Encargo que alguien recibe de otro de hacer o decir cierta cosa, a otra persona, o en cierto sitio.
- Trabajo de evangelización llevado a cabo, particularmente, en países lejanos o atrasados.
- Sesión o campaña organizada por la iglesia en los barrios de las ciudades, en los pueblos, etc… con sermones y prácticas religiosas, para promover la religiosidad de la gente.
UNA MISIÓN RECONOCIDA
Indudablemente, este tipo de práctica o misión ha sido algo más propio de iglesias protestantes y finalmente, al cabo del tiempo, ha quedado la constancia en el uso del lenguaje.
La pregunta es si al pueblo de Dios, hoy en día se nos sigue conociendo por tener una gran misión o comisión que llevamos a cabo de todas las formas posibles y que la gente reconoce porque sigue viendo nuestra forma de actuar en lo público también.
Es posible que las palabras al final de los evangelios de ir y predicar a todas las naciones nos parezcan un epílogo, las últimas palabras o el último encargo que el Señor tenía que hacernos, casi como unas palabras de despedida para dejar algo que hacer, dado que Cristo ascendía a los cielos, pero lo que denominamos como la “gran comisión” ¿fue sólo esto?
MANIFESTACIONES DE JESÚS TRAS RESUCITAR
En las Escrituras encontramos al menos diez apariciones de Jesús durante cuarenta días tras su resurrección:
- Algunas mujeres (Mateo).
- María Magdalena (Juan y Marcos).
- Pedro (Lucas y Hechos).
- Dos personas camino de Emaús (Lucas y Marcos).
- Apóstoles, a excepción de Tomás (Lucas, Juan y Marcos).
- Apóstoles, incluyendo a Tomás, una semana más tarde en Jerusalén (Juan y Hechos).
- Siete discípulos junto al mar de Galilea (Juan)
- Apóstoles y 500 personas (1 Co. 15:6).
- Apóstoles, antes de la ascensión (Lucas y Hechos).
- Ascensión (Lucas, Hechos y Marcos).
En estos encuentros de Jesús se resalta que:
A) Jesús se aparece en diversas circunstancias, variedad de lugares, horas del día y la noche y a diferente número de personas para que se familiaricen con él.
B) Queda demostrado que Jesús es de carne y hueso, él mismo tiene cuidado de hacer ver que su cuerpo es verdadero (por ello come) y que lleva las señales de la crucifixión, para que lo identifiquen
LA TRASMISIÓN DEL ENCARGO
En Mateo 28:16-20 leemos el gran encargo de Jesús, la importante misión a realizar, pero ¿Este encargo se realizó sólo el último día?
1.- Juan 20:18-26. El mismo día de la resurrección (19), no estaba Tomás y Jesús les dice a sus discípulos: “Como me envió el Padre, así también yo os envío” (21) de la misma manera que en el texto de Mateo 28. Pasados ocho días, sí estaba Tomás (26).
2.- Lucas 24:10-13; 33-49. El mismo día de la resurrección, camino de Emaús se aparece a dos personas (13), y después acude a encontrarse con once discípulos (33), aunque Tomás debió marcharse antes de que llegara Jesús, porque como hemos leído en Juan 20, pasaron ocho días hasta tener el encuentro con Tomás y Jesús realiza el mismo encargo: “Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas” (45-49). De esta manera entendemos mejor la frase “Yo os envío” de Juan 20:21, como enviados y testigos.
3.- Marcos 16:9-16. Los once estaban reunidos con Tomás, coincide con el relato de Juan 20 cuando pasaron ocho días de la resurrección, y el encargo es el mismo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (15-16). El versículo 19, cuando indica: “después que les habló”, parece referirse al magisterio de cuarenta días tras la resurrección.
4.- Mateo 28:7, 10, 16-20. Los once están en un monte de Galilea (16), un lugar conocido por ellos y abierto, donde se repite el mismo encargo.
5.- Lucas 24:50. Es el lugar de la ascensión, no coincide con Mateo 28 porque Betania está en Samaria, a tres kilómetros de Jerusalén y Galilea al norte, el mensaje es el mismo.
6.- Hechos 1:3-9. Tras cuarenta días de magisterio entendemos que esta reiteración en trasmitir el encargo de la gran comisión se debe a la incredulidad de los discípulos y a la necesitad de que perciban la importancia del mismo. Para aprender bien un concepto, es necesaria la reiteración de la enseñanza y la gran comisión se comunicó desde el primer día de la resurrección hasta el último día en el que se produce la ascensión, vez tras vez por parte de Jesús. Los discípulos deben asumir el mandato de llevar el evangelio a todas las naciones y para que lo entendieran les abrió el entendimiento para que comprendiesen que era él mismo, quien está en todas las Escrituras desde el Antiguo Testamento y que deber ser anunciado, predicando arrepentimiento y perdón de pecados.
EL ALCANCE DEL ENCARGO
En la porción de Mateo 28:16-20, le adoraron reconociendo su divinidad.Con todo, todavía dudaban mostrando su falta de fe, evidenciando la necesidad del magisterio de Jesús de forma personal durante cuarenta días. Jesús “se acercó” para pastorearles y disipar su incredulidad, transmitiéndoles que le correspondía toda autoridad o “potestad”, cuyo significado en griego es “poder que acompaña o es necesario para evidenciar esa autoridad y llevarla a cabo”. De esta forma, es posible realizar el encargo de la gran comisión.
Por otro lado, el alcance de la misma es en el “cielo y la tierra”, es decir, cósmico en toda la creación. Sobre esto, Calvino dice:“Es preciso que tenga dominio supremo y verdaderamente divino, aquel que manda que la vida eterna sea prometida en su nombre, que todo el mundo sea sometido a su gobierno, y que sea promulgada una doctrina que ha de sojuzgar toda cosa alta y humillar la raza humana. Y por cierto, los apóstoles nunca habrían sido persuadidos a intentar el desempeño de tarea tan ardua, a no haber sabido que estaba sentado en los cielos, su Protector y Vengador a quien había sido dado el dominio supremo”.
A la luz de todo esto el imperativo es: “Id y haced discípulos”.El cristianismo es una religión misionera análoga a naciones conquistadoras, y tiene que extenderse a todo el mundo; un ejemplo es: “De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Mt. 26:13).
Se invita a “guardar” todo el consejo de Dios (20), toda su Palabra (Hch. 20:27).Los hijos de Dios transmiten el mensaje por medio del Espíritu Santo y la meta es hacer discípulos, sabiendo que él está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. No estamos solos, no es una misión para solitarios, sino que formando parte de un cuerpo que es su iglesia somos copartícipes en una co-misión que corresponde al pueblo de Dios, anunciando las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 P. 2:9-10). Amén.
Gracias por la reflexión hermano, totalmente descuento con la analogía entre el cristianismo y la nación conquistadora. Salta entonces una triste pregunta : » porqué entonces está sucediendo todo lo contrario»??
Lo que fácilmente se puede percibir es que la iglesia está siendo conquistada por las corrientes del mundo , no me excluyo pues también yo soy la iglesia, qué pasa o qué está sucediendo en o con la fe nuestra ??,… acaso se han dejado atrás las sendas antiguas
…»detenemos en vuestros caminos y meditad «…
Muchas gracias David por la reflexión
Gracias por tu comentario, Lemuel. En estos últimos años en algunos países de occidente con más tradición cristiana, hemos asistido al cierre de muchos lugares de culto que fueron pujantes y a la secularización de la sociedad, cansada y descreída de la religión. Sin embargo, en otros con menos influencia del cristianismo, han aumentado los lugares de culto sobre todo a causa del traslado de inmigrantes de Latinoamérica, Asia y África. Es decir, parece que se ha producido una reubicación de personas, pero teniendo en cuenta que en occidente el relativismo y materialismo han afectado notablemente a la vida de las iglesias locales, con pocas conversiones de los autóctonos. El Señor dice que separados de él, nada podemos hacer y creo que nuestro testimonio sólo impactará a la sociedad en la medida que confiemos en él y nos sometamos a su Palabra con gozo. En primer lugar, tenemos que pedir perdón al Señor porque como en tiempos de Hageo, hemos estado ocupados en nuestros asuntos más que en él. Con todo, el Señor es fiel.